Con la resaca aún reciente del ultimo mundial de futbol ya se empieza a trabajar en los proximos mundiales. Rusia será la próxima cita deportiva para más tarde ceder el testigo a Catar en 2022.
Mucho se ha especulado y comentado sobre la idoneidad de celebrar el evento deportivo en un país sin tradición futbolera y en el que las temperaturas desaconsejan la práctica del deporte rey.
Pero el negocio es el negocio y de eso sabe mucho el emirato, que será el escenario en el que se celebre por primera vez el mayor torneo futbolístico a nivel mundial en Oriente Medio.
Varios son los campos que el país tendrá que construir. El número definitivo de los mismos variará entre ocho y doce, dependiendo de la decisión final de la FIFA, aunque parece que estará más cerca de ocho o nueve.
El primero de ellos es el estadio Al Wakrah, que lleva el sello de la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid. Se trata de una especie de barco con capacidad para 40.000 personas, aire acondicionado y parte de su energía es renovable. El estadio se encuentra a 15 kilómetros de Doha y la primera piedra se puso el 28 de diciembre del año pasado.
Al Wakrah incluirá aires acondicionados que mantendrán la temperatura en las gradas entre los 24 y 28 grados centígrados, y en los 26 en el campo (en el exterior las temperaturas rondarán los 47 grados). Ante los temores de los ecologistas sobre el gasto energético que esto podría ocasionar, la organización que ha ideado el proyecto responde que “el 15% de la energía generada en el campo provendrá del propio estadio y será renovable”.
Solo esperemos que los próximos mundiales sean mucho mas amigables con el medio ambiente de lo que sido el ultimo.
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