Todos lo hemos hecho, para qué engañarnos. Todos le hemos dado huesos a nuestro perro o Ibuprofeno cuando le duele algo, como si fuera una persona. Aunque a vecesparezcan más humanos que algunas personas, siguen siendo perros y hay que vigilar qué les damos.
Antes de empezar hagamos un alto para hablar, especialmente, del paracetamol. Tu perro es viejo, tiene dolores de huesos y de articulaciones. A tu abuelo le pasa lo mismo y se toma paracetamol, así que decides dárselo a tu perro.
Este medicamento es un veneno para nuestros perros. El envenenamiento con paracetamol en perros se produce porque el analgésico daña el hígado y los glóbulos rojos. Como resultado, un perro envenenado por paracetamol puede morir por necrosis hepática. Se estima que 150 miligramos de paracetamol por cada kilo del perro es la dosis letal. Esto significa que dos comprimidos de paracetamol pueden matar a tu perro.
La industria veterinaria ha avanzado y sigue avanzando a pasos agigantados. Muchas de las medicaciones humanas tienen su versión veterinaria. Tu mascota no es una persona, por muy humano que te parezca: su sistema inmunológico es distinto al tuyo, no intentes calcular la dosis que debes darle teniendo sólo en cuenta su peso. Puedes consultar al veterinario con una simple llamada, no hace falta ni pedirle cita. Una llamada puede salvarle la vida a tu mascota.
1. Restos de comida
El estofado de la comida estaba riquísimo, la carne del cocido ni te cuento y qué decir de esos espaguetis (de los que siempre acabas por hacer una cantidad ingente).
Tu perro no es tonto, si pudiera hablar te daría la razón, no hay más que ver la forma en que babea… pero la verdad es que los restos no son sanos para ellos: piensa en tu masa corporal y en la de tu perro, posiblemente le superes en peso. A ti la grasa de esa comida no te saturará las arterias (a menos que abuses), pero a tu amigo de cuatro patas puede causarle problemas de obesidad, y esto implica muchos riesgos para su salud: trastornos cardíacos y renales.
La comida humana suele contener una gran cantidad de grasa, por lo que puede producirle una pancreatitis. Además, los condimentos que puede llevar la comida pueden causarle severas gastroenteritis, úlceras, colitis…
2. Huesos que se astillan
“¡A mi perro no le pasa nada si le doy huesos!” Depende del hueso. Hay huesos que se astillan fácilmente, entre ellos los de pollo y conejo, y hay que evitarlos a toda costa.
Hay que evitar ofrecerle huesos de pequeño tamaño o aquellos que se astillan al romperse, que pueden clavarse en su garganta, producir perforación de estomago o intestinal e, incluso, la muerte.
Los que sí puedes darle son los huesos redondos de res, como los de rodilla y cadera, o con trozos de huesos largos como el tuétano que le sirven de juguete y le limpian y fortalecen los dientes.
3. Chocolate
¿Quién no ha visto una de éstas y ha pensado “quiero una en mi vida”? Tu perro también lo ha pensado.
El chocolate enloquece a la mayoría de perros y personas, pero puede ser mortal para las mascotas por que contiene teobromina, un análogo de la adrenalina, y es una sustancia que puede ser peligroso para la salud del animal y comprometer seriamente sus funciones vitales.
Se estima que tan poco como seis gramos por cada kilo de peso del perro puede provocar un aumento de la contractilidad del corazón, actuar como un poderosos diurético produciendo deshidratación, afectar el sistema gastrointestinal causando vómitos y diarrea, provocar úlceras en la mucosa gástrica, afectar al sistema nervioso causando convulsiones, y a veces, la muerte.
4. Alcohol
Una noche loca la puede tener cualquiera… ¡Menos tu perro! – Fotos Humor
Puede ser altamente tóxico y llegar a ser mortal. Todas las bebidas alcohólicas contienen etanol, que es venenoso para los perros.
Si el perro consume alcohol se pueden presentar síntomas como cambio en el comportamiento, excitación, depresión, problemas para respirar, jadeo excesivo, el olor de alcohol en su boca, y micción excesiva. Se pondrán nerviosos y atacarán cosas, hiriéndose incluso a sí mismos. El único líquido recomendado para su mascota es el agua.
5. Leche y productos lácteos
Tu abuela siempre te ha dicho “dale un poco de queso a tu perro y será tu amigo para siempre”, y razón tiene. Lo que posiblemente no sabe tu abuela es que la mayoría de especies animales se vuelven intolerantes a la lactosa en cuanto abandonan la etapa de la lactancia materna.
La mayoría de los animales no poseen la enzima que se necesita para disolver el azúcar de la leche, y esto puede causar vómitos, diarrea y otros problemas estomacales.
6. Embutido y carnes saladas
¡Al rico embutido!. Domingo por la noche, ganas de cocinar bajo mínimos, sacas un poco de jamón y un poco de longaniza, tu perro te pone ojitos de carnero degollado… y te da tanta pena que le das un trozo.
Además de ser altas en grasas, también son muy saladas, lo que puede causarles serios dolores de estómago u otras complicaciones.
7. Cebolla y ajo
Todos sabemos que la cebolla y el ajo son sanísimos y buenos para la salud… para la salud HUMANA.
Las cebollas, en cualquier formato (crudo, cocido o en polvo), son muy tóxicas para los perros. Contienen compuestos que pueden causar daño al sistema digestivo del perro, que es incapaz de digerirlos. También pueden llevar a una intoxicación. Los síntomas que el perro puede mostrar después de la ingestión de cebolla y ajo son vómitos, diarrea, debilidad, y reacciones alérgicas.
El consumo de cebolla también puede conducir a la anemia hemolítica en los perros.
8. Cafeína
Nadie en su sano juicio le dará café a su mascota, pero como hay mucha gente rara por el mundo no cuesta nada mencionarlo.
Contiene sustancias que estimulan al sistema nervioso central y al sistema cardíaco y en pocas horas puede causar vómitos, hiperactividad, taquicardias e incluso la muerte.
9. Aguacates
¿Y lo bien que queda un poco de aguacate en la ensalada? Pues a tu mascota no le conviene: todos los componentes del aguacate son tóxicos. La sustancia tóxica que figura en el aguacate se llama Persin. Los síntomas que se observan son problemas respiratorios, la ampliación del abdomen y problemas cardíacos.
10. Uvas y pasas
Lo ricas que están y lo malas que son para los animalicos… su consumo puede llevar a tus mascotas a sufrir daños gastrointestinales severos, insuficiencia renal aguda e incluso la muerte.
Según estudios, aproximadamente a 1 de cada 3 perros afecta de manera grave el consumo de uvas. Te la puedes jugar, lo mismo a tu perro no le afecta, pero ¿estás dispuesto a asumir las consecuencias si lo haces?
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