En un espectáculo poco común, la capital de Arizona, Phoenix, fue súbitamente tomada por una monumental tormenta de arena.
El fenómeno, que recuerda a una especie de apocalíptica nave nodriza o, en una analogía más terrena, a un gran banco de niebla, ocasionó múltiples disturbios en la ciudad: miles de negocios y hogares permanecieron horas sin luz, y el tráfico tanto aéreo como terrestre tuvo que ser interrumpido para evitar accidentes.
Las tormentas de arena, conocidas también como “haboobs” han ocurrido en años recientes en Arizona, durante la época del monzón, que corresponde al verano medio.
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