Guardamar del Segura, un municipio costero ubicado en la provincia de Alicante, al este de España, registró uno de los hechos más insólitos de los últimos años.
Un empleado municipal tuvo que ser apartado de sus funciones como sepulturero luego de que una fotografía en la que aparecía posando junto a un cadáver, y a un familiar del occiso, fuera difundida por las redes sociales.
Carmen Verdú, alcaldesa de Guardamar, confirmó que no fue despedido, solo se le asignaron nuevas tareas lejos del cementerio.
La fotografía fue tomada por los familiares del fallecido que abrieron el nicho para enterrar a otro pariente. Es por ello que las autoridades municipales han decidido exculpar al trabajador, asegurando que no actuó de mala fe y quienes difundieron las imágenes fueron los mismos familiares.
Aparentemente, la imagen habría pasado primero entre los familiares hasta llegar al celular de una sobrina del occiso. La joven habría compartido la fotografía con una compañera de trabajo mediante Whatsapp y ésta habría desencadenado lo que posteriormente se convirtió en un viral por redes sociales.
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