Matt Hagan, un especialista en reptiles, fue buscado desesperadamente por una mujer que encontró en el árbol de la puerta de su casa a una serpiente casi muerta, con sus propios colmillos hundidos en el cuello.
Ocurrió en Australia, la especie medía aproximadamente un metro y medio, y la mujer que la encontró aclaró que es muy frecuente ver estos animales en el lugar donde ella vive, pero son imperceptibles, sin embargo esta serpiente colgaba del árbol y se podía observar cómo se retorcía.
El experto, traslado a la criatura a su centro de atención y allí pudo observar que sólo había hinchazón en la zona de la mordedura.
La hipótesis que Hagan realiza es que fue atacada por algún otro animal, el cual la lastimo gravemente por ello decidió ella misma quitarse la vida.
De todas maneras, aseguró Matt que en los diez años que lleva dedicándose a esto, nunca vio un caso similar.
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