En una pequeña aldea al este de Uganda, Margaret Awino una mujer de 28 años dio a luz a su quinto hijo Paul Mukisa, quien quedó escandalizada al ver que su pequeño había nacido con cuatro piernas y cuatro brazos.
De manera inmediata, doctores del Hospital en Kampala examinaron al niño e hicieron un diagnóstico de “gemelo parasitario”; una variante de gemelos siameses en el que uno de los gemelos no se desarrolla por completo.
Paúl nació con un par de brazos y piernas normales y otro par de extremidades de un gemelo exacto sin cabeza ni corazón que no se desarrolló, por ello los médicos ugandeses realizaron una serie de pruebas.
“Los exámenes de los órganos internos de Paul mostraron más anormalidades; su corazón estaba en el lado derecho de su cuerpo, en lugar de estar en el izquierdo, mientras que su hígado estaba en el lado izquierdo el lugar de estar en el derecho”, destacaron.
Tras las investigaciones iniciales, decidieron dar de alta al bebé durante tres meses para esperar a que creciera y poder hacer la operación de separación.
Fue el pasado 18 de agosto cuando se llevo a acabo la intervención quirúrgica exitosa. “Al bebé se le administró anestesia general para separar el torso y el tronco del gemelo parásito quien tenía dos brazo pero no tenía cabeza ni corazón, del bebé huésped”, explicó el Dr. Nasser Kakembo.
La incidencia de gemelos siameses es uno en 50,000 mientras que los gemelos parásitos son extremadamente comunes.
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