En el Partick Thistle, club de la Primera escocesa, no toleran a los jugadores perezosos en la cancha, por lo que se han ingeniado un curioso castigo al jugador que tenga el peor rendimiento en las prácticas del club.
Los disfrazan para exhibirlos
Este castigo es una tradición en diferentes grupos sociales, de trabajo, incluso en algunos deportes, pero este club de Escocia encontró una forma cómica de erradicar el bajo rendimiento en el equipo.
Gary Fraser, ya hace tiempo fue el primero en sufrir el castigo, mediocampista de 19 años, tuvo que vestirse completamente de rosa. Luciendo casi como una bailarina clásica, con tutú incluido.
El castigo no solo se debió a su falta de ganas en la semana. También tuvo mucho que ver su expulsión, que derivó en una suspensión de nueve fechas.
Su última 'victima' ha sido el también mediocampista Jake Carroll, quien tuvo que usar el traje que asemeja un hombre sin piel.
Esta forma de castigo ya lleva varios meses, desde que el entrenador Alan Archibald, decidió tomar esta medida con sus futbolistas.
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