Burbujas que cubren los cuerpos para que la imaginación haga el resto: es una fiesta de la percepción. Cuenta la leyenda internetera que un joven mormón logró burlar el dogma y participar en la fiebre porno (prohibida en su religión) utilizando el photoshop para hacer parecer que las personas de su deseo estaban desnudas y dar rienda suelta a su imaginación.
Este video es un gran ejemplo: en primera instancia uno jura que está presenciando una escena explícita de porno, pero todo se torna cómicamente otra cosa: simulacros lúbricos. ¿Es que nuestra mente ya tiende a la pornificación de la realidad, o es que las escenas son completamente sugerentes? ¿Alguien con un poco de inocencia visual podría pensar otra cosa?
Y recuerda: una fellatio puede en realidad ser una visión astronómica.
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