A veces para llamar la atención de la importancia que tiene la protección del medio ambiente hay que tomar medidas tan radicales como casarse con un árbol.
No promovemos este tipo de conductas pero si entendemos el mensaje y la razón que lleva a alguien a realizar un acto como este. Es que muchas veces es la única forma que tenemos para ser escuchados.
Enfundado en un traje blanco con corbata roja, Richard Torres, un joven medioambientalista, selló su amor con un árbol en un acto simbólico para exigir el cuidado de la naturaleza.
“Los declaro compañeros de vida y amor puro para siempre, en nombre de los elementos de la naturaleza y de Dios”, pronunció Kristina Lilley, una actriz colombiana que ofició la ceremonia en medio del Parque Nacional, en el centro de Bogotá.
Una veintena de asistentes, algunos de ellos con instrumentos musicales en mano, lanzaron arroz a los recién casados y exigieron en coro: “Beso, beso, beso…”.
Torres asegura que, aunque para muchos puede parecer que está loco, para él significa un proyecto simbólico con el que quiere transmitir un mensaje de paz y de respeto hacia la naturaleza.
En tanto, Lilley dijo que “el llamado era a conservar el medio ambiente, a dejar de talar árboles, a cuidar los animales y a vivir en paz y tolerancia”.
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