Una cena. Diálogo entre una pareja con casi 10 años de casados:
- Antes me gustaba mucho usar tacones altos…
- … ¿Eso fue antes de que subieras tanto de peso, gordita?
Y quienes escuchamos nos quedamos helados. Sabemos que la violencia doméstica no siempre deja moretones o labios sangrantes: puede ser sigilosa y dejar heridas aún más profundas que un ojo morado.
A cuenta de que octubre es también el Domestic Violence Awareness Month, aclaremos algo importante: la violencia doméstica en la pareja se ejerce tanto de hombres hacia mujeres como de mujeres hacia hombres, pero en el 85% de los casos, las víctimas son mujeres.
Las formas sigilosas de esta violencia condenan a la víctima a vivir un infierno interior cercado por el miedo y el silencio, hasta aniquilar su individualidad y su autoestima.
Éstas son algunas de esas maneras silenciosas de violencia. Lee con atención y honestidad: si reconoces alguna en tu relación de pareja es momento de hacer algo.
1. Te ridiculiza o es sarcástico.
El diálogo descrito arriba es un claro ejemplo de sarcasmo utilizado contra la pareja. Seas hombre o mujer, si tu pareja se refiere a ti con adjetivos que no te gustan o que pronuncia con un tono de burla (gordito, tontita, pussy, fatty, etc.), algo anda mal.
Lo mismo si realiza comentarios ante amigos o extraños que te hacen ver como tonta. No lo ignores: si no te gusta cómo se refiere a ti o habla sobre ti, la cosa está mal.
2. Manipula a sus hijos.
Cuando uno de los padres trata de descreditar al otro ante la mirada de los hijos, no sólo se aprovecha de la situación; también hace de los pequeños víctimas de violencia.
3. Te aísla.
¿Qué tal cuando no te deja ver a tus amigas o a tu familia? Al principio te puede parecer una muestra amorosa de que no quiere separarse de ti ni un momento, pero no es normal que coarte tu vida social. Puede que el encierro no sea en una habitación de 4 paredes, pero prohibirte salir con otras personas es prácticamente privarte de tu libertad.
4. Te chantajea.
Si te responsabiliza de su mal humor, de sus problemas, de todo lo que le sale mal, incluso de que te maltrate y en prácticamente todas sus discusiones su objetivo es hacerte sentir culpable, estás viviendo violencia. Cada quien es responsable de sí mismo y la culpa no es más que una forma de chantaje.
5. Te violenta sexualmente.
Que sea tu esposo, concubino, compañero, pareja o whatever no le da derecho a obligarte a hacer cosas que no quieres: ni a tener relaciones sexuales ni a realizar ninguna práctica que no se te antoje. En el sexo todo se vale, sí, pero de mutuo acuerdo.
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