Un policía de Mansfield, Nottinghamshire rompió el cristal de la ventana de un automóvil para “rescatar” a un perro de peluche, luego de haberlo confundido con uno real.
Un civil reportó a la Policía un perro encerrado en un automóvil estacionado. Al llegar al lugar de los hechos, los agentes confundieron al juguete de peluche con valor de 4.50 libras (unos 4.300 pesos chilenos) con un Cavalier King Charles Spaniel de carne y hueso.
Como las temperaturas superaban los 18 grados centígrados y los agentes creyeron que el perro estaba dormido y podría morir de calor, uno de ellos decidió romper el cristal para sacar a la supuesta mascota.
El vehículo afectado era un Mercedes. Cuando Gordon Williams, minero retirado de 80 años de edad, regresó por su carro, descubrió el cristal roto y una nota de la Policía que decía: “Rompimos su ventana porque nos preocupamos por el perro en su asiento trasero”.
La Policía de Nottinghamshire ha llegado un acuerdo con el propietario del auto y el perro de peluche; le pagarán 180 libras (unos 170 mil pesos chilenos) para que sustituya el cristal.
“Supongo que se sienten como idiotas”, bromeó Gordon, “él perro había estado viviendo muy feliz en el asiento trasero, pero he decidido que será más seguro para él vivir en la cocina de mi casa”, puntualizó irónico.
Por su parte, los agentes defienden sus acciones argumentando que respondieron al reporte de un transeúnte, entonces, al llegar y no poder despertar al perro que parecía francamente real, pensaron que su vida corría peligro por el calor. No había otra opción, tuvieron que romper el vidrio para cerciorarse.
Además, la Policía advirtió que este era un claro ejemplo de tener más cuidado de lo que se deja a la vista dentro de los automóviles, ya sea por un ladrón oportunista o por un caso como este. Así que mejor olviden decorar los interiores de su coche con peluches, una bonita tradición que tiende a desaparecer.
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